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El bajo semiacústico, a menudo también llamado bajo semihueco, es el eslabón sonoro entre los bajos acústicos puros y los diseños de bajos de cuerpo sólido. Los bajo de construcción semiacústica, utilizados tanto en pop y jazz como en rock y otros géneros, están disponibles en una variedad de formas y diseños, y se caracterizan por algunas características sonoras y de construcción especiales que las distinguen fundamentalmente de otros bajos.
Los términos bajo acústico, bajo semiacústico y bajo de cuerpo hueco pueden causar confusión, especialmente entre principiantes e incluso entre bajistas más experimentados, ya que las denominaciones de los instrumentos a menudo no están claramente delimitadas entre sí. Sin embargo, existen características generales que son propias de cada término.
El bajo semiacústico ofrece un cuerpo parcialmente hueco con agujeros en forma de F, pero a diferencia de los bajos de cuerpo hueco, tiene un bloque central adicional en el cuerpo y un cuerpo mas compacto. Este tipo de bajos ofrecen mayor resonancia que modelos de cuerpo sólido, pero no son adecuados para tocar púramente acústico. El bloque central es útil contra la retroalimentación, por lo que este tipo de modelo también sirve para tocar a volúmenes altos y con distorsión.
Uno de los ejemplos de construcción semiacústica es el modelo Hagstrom Viking Bass.
También se dispone de bajos semiacústicos sin bloque central con un cuerpo conpletamente resonante, como el Höfner Violin Bass, modelo popularizado por Paul McCartney.
El bajo acústico se centra en un cuerpo diseñado para producir sonidos puramente acústicos. Los modelos ofrecen claramente un cuerpo de resonancia más grande para tocar sin amplificación y ofrecer un sonido cálido, completo y resonante. A diferencia de contrabajos, los bajos acústicos son mas compactos y transportables. Aunque algunos bajo acústicos también ofrecen sistemas de captación integrados, no ofrece las mismas opciones sonoras via amplificación que el bajo semiacústico.
Un ejemplo de un bajo acústico es el modelo J & D AGB-1.
Aunque el sonido de un bajo semiacústico es más alto que el de un bajo eléctrico, aún requiere un amplificador adicional para poder utilizarlo de manera efectiva. Su sonido acústico no produce suficiente reservas de volumen para poder tocar con una banda o para tocar en vivo. Para música acústica, es preferible utilizar bajos puramente acústicos.
El bajo semiacústico se basa en el mismo principio de funcionamiento que el bajo eléctrico y captura el sonido a través de pastillas magnéticas. Por lo tanto, se pueden usar conjuntos de cuerdas normales para bajo eléctrico en bajos semiacústicos sin problemas, con cuerdas de entorchado redondo (Round Wound) o entorchado plano (Flat Wound) disponibles. Las cuerdas de entorchado redondo ofrecen un sonido más claro y nítido, pero también generan más ruido al tocar que las cuerdas de entorchado plano.
Si bien el bajo semiacústico no es tan común como los modelos eléctricos o completamente acústicos, hay algunos bajistas famosos que prefieren este tipo de bajo. El más músico mas famoso sería probablemente Paul McCartney, tocando modelos Hofner Violin Bass durante su carrera con los Beatles y posteriormente. Jack Casady de Jefferson Airplane también aprecia el característico sonido del bajo semiacústico para su sonido individual, mientras que Chris Wood del trío de jazz estadounidense Medeski, Martin & Wood a menudo intercambia el gran contrabajo por un bajo semiacústico mucho más manejable.
